Descripción
Vivimos en una época donde hay actitudes que debería estar expulsadas de nuestro planeta hace tiempo. Comportamientos que
parecen sacados de otros siglos. En este tiempo, donde la tecnología ha avanzado tanto, parece irreal que la condición humana esté
retrocediendo.
La esperanza para cambiar está en los niños. Ellos tienen el tesoro más valioso: el de los años y el de unos corazones puros, si sabemos
educarlos.